Los becarios de Amigos como Arroz trabajan por el Tolima
- Germán Gómez Carvajal
Tras recibir apoyo de la Fundación Amigos como Arroz para la continuidad de sus estudios profesionales en la Universidad de Ibagué, los estudiantes Natalia Plazas Mahecha, Julián Smith Galvis, Fanyer Jhonsson Molina Ricaurte y Laura Camila Hernández adelantan proyectos sociales como retribución a su beca.
Por ejemplo, Natalia y Julián iniciaron el proyecto Dog Feeders, que busca mitigar la desnutrición de perros callejeros en Ibagué, con la implementación de comederos fabricados con tubos PVC en puntos estratégicos de la ciudad.
Natalia, quien estudia Derecho, explicó que “este proyecto se complementa con campañas por las redes sociales sobre la concientización acerca de los sufrimientos que viven estos caninos y, a su vez, con campañas de reutilización de residuos sólidos para la construcción de bebederos”.
Este proyecto, según comentó, se hizo más efectivo gracias al aporte de vecinos, familia o empresas, que donaron alimento o agua con el fin de ayudar a muchos más de estos transeúntes.
El baloncesto es una opción
Por su parte, Fanyer Jhonsson, del mismo programa académico, optó por generar espacios lúdico-deportivos para jóvenes entre los 11 y 17 años de los barrios Simón Bolívar, Doña Nelly, Centro y Arenitas, en Carmen de Apicalá, municipio del oriente tolimense.
Todo ello, para fomentar cultura deportiva, en escenarios donde los adolescentes están propensos al consumo de drogas y a prácticas delincuenciales.
Todo ello, para fomentar cultura deportiva, en escenarios donde los adolescentes están propensos al consumo de drogas y a prácticas delincuenciales.
Amigos danzantes
De manera particular, Laura Hernández, estudiante de Negocios Internacionales, se articuló con el colegio José Joaquín Flórez Hernández para desarrollar el proyecto Amigos danzantes, orientado a la promoción de los valores culturales y artísticos propios del territorio tolimense.
También propende por el aprovechamiento del tiempo libre de los niños, quienes, pese a contar con una asignatura artística, está muy ligada a las manualidades y no al abordaje de elementos autóctonos de la región.
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La Fundación, en desarrollo del convenio 025 de 2021 con la Universidad, financió el 70% del valor de la matrícula de los cuatro estudiantes, pidiendo en contrapartida el desarrollo de proyectos sociales que les permitan aplicar los saberes adquiridos en beneficio de sus comunidades, porque hacer amigos es vincularse.
